sábado, 30 de enero de 2016

Con mal pie II

Me cuesta horrores ponerme a escribir este post, pero hay mucha gente que me está preguntando por Veda y no tengo muchas ganas de contar una y otra vez lo mismo...también entiendo que Veda es parte de la vida de mucha gente, de una forma u de otra. Y también parte de vosotros que me leéis. Es más, el nombre de este blog viene por ella, y la foto principal es ella...

Nos quedamos en que teníamos que esperar resultados este lunes, y que la veterinaria tenía que hablar con especialistas de medicina interna y de ojos esta semana. Pues bien, los resultados de sangre (glóbulos blancos, rojos etc) muestran que Veda es un perro sano. Cosa que no es verdad. Está como una colilla. Desde el lunes no come, se me ha quedado en 24 kg. Una perra cuyo peso normal eran 30.

El hablar con medicina interna no aporta nada nuevo, todas las sugerencias que hacen, son escenarios que ya ha contemplado mi veterinaria y pruebas que ya ha hecho o cosas que no cuadran con lo que le pasa a Veda. Entre las sugerencias del especialista, la prueba de leishmania. Ya la teníamos en la lista de cosas que hacer, pero dada la baja probabilidad de que diese positivo (Veda no ha pisado España desde hace 4 años) dimos prioridad a otras cosas.

El hablar con el de ojos confirma sospechas, la uveitis es molesta, y da dolor de cabeza, pero ni deja al perro tan tirado ni les produce anorexia (dejar de comer) y mucho menos a una zampabollos como Veda. Tampoco es normal que en dos semanas de tratamiento, sus ojos no sólo no mejoren sino que vayan a peor. Ya no tiene uveitis sino que ya tiene glaucoma. Ha perdido completamente la visión de un ojo y el otro va por el mismo camino. Ya lo sabía yo porque no hace más que chocarse con cosas. Si la uveitis no se cura con el tratamiento, hay que buscar la causa y atajarla. De toda la lista larga de posibles causas, y después de descartar todo lo que las pruebas nos permiten descartar, quedaban dos opciones: leishmania o un tumor. La primera eran las buenas noticias porque tiene solución (la cuestión era si, estando Veda como está, sería capaz de aguantar un tratamiento tan agresivo), la segunda opción es una putada.

A todo esto, Veda ya hace dos semanas que no tiene fuerza de ir al parque y volver. Tampoco tiene fuerza de ir al pipican, a tres minutos de mi casa. Ni de dar la vuelta a la manzana. Esta semana Veda llegaba al arbolito de delante de mi casa (a dos metros de mi puerta) Desde hace un par de días, hace pis nada más que pone las 4 patas en la primera baldosa de la calle.

Ayer fuimos al veterinario a discutir opciones. Por un lado, las pruebas de la leishmania salían hoy. Por otro lado estaba el tema de buscar el tumor. En la zona de la barriga no está, o lo hubiesemos visto en la eco. Puede estar en el tórax, pero le hicimos un x ray y una eco en Julio antes de operar y ahí no había nada, así que de estar ahí, es muy agresivo. Y puede estar en la cabeza, ahí no hemos mirado. Como buscar el tumor supone una molestia para Veda y no va a salvarla, decidí no hacer más pruebas. No me puedo pasar otra semana o dos llevando a Veda de un lado a otro en brazos, a hacer pruebas y a esperar resultados para sólo tener información que no va a cambiar el final.

Tanto la veterinaria como yo pensábamos que la probabilidad de que Veda tuviese leishmania eran muy bajitas, así que ya que estaba pasando mal trago, mejor salir de la consulta con todo preguntado. Pregunté cómo funciona el tema de la eutanasia, si lo hacen ellos o hay que ir a otro lado. Vino conmigo mi amiga M. y a pesar de no tener perro, supo hacer las preguntas oportunas que yo no era capaz de hacer. Os voy a ahorrar los detalles porque solo de pensarlo se me caen las lágrimas. Pero vamos, que eutanasiar o no a tu perro es sólo la primera de las decisiones que tienes que tomar.

Salí de la consulta habiendo más o menos acordado con la veterinaria que, si era leishmania, nos sometíamos al tratamiento confiando en Veda. Y si salía negativo, el lunes llevaba a Veda por última vez. Hoy han salido los resultados y como comprenderéis me he pasado el día mirando el movil por si sonaba. Estaba deseando oír un positivo, y, probablemente soy la única persona en el mundo mundial que le hace ese test a su perro y desea con todas sus fuerzas un positivo. Pero no he tenido esa suerte. Veda no tiene leishmania...y mi decisión sigue adelante.

Ha sido una decisión difícil de tomar, y con la que varias personas de mi entorno no están de acuerdo. Pero realmente, la gente puede opinar, y lo respeto, pero aquí quien se ha pasado 11 años junto a Veda he sido yo, en los buenos momentos y en los malos. Quien ha pagado todas sus facturas soy yo también y hasta hoy, no me arrepiento de nada. Creo que Veda ha tenido mejor vida de la que le esperaba cuando la adopté con 5 meses, y merece una muerte digna.

Según la veterinaria, Veda es una perra muy fuerte, y el tumor tiene que ser muy agresivo para tumbarla así. No nos hemos dado cuenta de que algo iba mal hasta que se le pusieron los ojitos rojos....y de ahí cuesta abajo y sin frenos. Probablemente ya en Octubre/Noviembre, cuando la hice pruebas porque bebía mucha agua y se hacía pipí en casa, ya era por ese tumor, pero no salió nada. La veterinaria piensa que si decidiese no hacer nada, Veda iba a aguantar semanas, por lo fuerte que es, pero si a estas alturas está como un trapo, no quiero ni imaginar como estaría en unas semanas. Y no me voy a quedar sentada a comprobarlo.

Os podría detallar el comportamiento de los holandeses en esta situación, pero merece post aparte.. También podría contaros como me siento, pero creo que os hacéis una idea. Sólo os digo que me parece tremendamente injusto que la vida me arrebate a Veda así de repente. Ahora que parece que me he recuperado del golpe emocional que me llevé hace 2 años y medio la vida me quita el otro apoyo importante que tengo en Holanda. La razón por la que en una época de mi vida me levantaba cada mañana, cuando ninguna otra cosa me importaba. Es muy injusto. Ahora que Veda estaba recuperada de estos 6 meses, de dos operaciones que fueron muy bien, cuando se supone que tenía energía para tirar palante 3 o 4 añitos más...Por qué siempre pierdo las cosas que me importan de golpe? Por qué no puede ser poquito a poco y viéndolo venir, como le pasa a la mayoría de la gente con sus relaciones o sus mascotas? Por qué cada vez que parece que veo el destello de un rayito de luz, viene la siguiente nube y el siguiente chaparrón? No lo entiendo. La gente me dice que soy fuerte y valiente, pero no, ni lo soy, ni lo quiero ser. Quiero por una vez en la vida solo ver el sol, que los nubarrones le vayan a otro, que yo ya tuve bastante.

Por cierto, alguien me mandó un privado y tiene razón, me enfadé y mucho. Cuando una persona está sufriendo por un ser querido, no tiene ganas de leer a alguien que, con buenas o malas intenciones, envía un email con links a webs y videos de un lunático que cura enfermedades mortales (como el cancer) a base de hierbitas (que seguro valen un ojo). Y no es ´ser terca´ como dice el email, sino que es ´no ser gilipollas´ Y de verdad me da pena que seguro que hay gente que en momentos como estos, se traga esa basura. Pero yo no.

sábado, 23 de enero de 2016

Con mal pie

Este 2016 no está empezando nada bien en casa Pelocha. No sabía si esperar a que todo acabe para poder contarlo, o no esperar y he decidido no esperar. Va de Veda...

El sábado día 9 la recogí de la guardería. Me dijeron que tenía los ojitos rojos así que el lunes pedí cita en el veterinario para el martes. Diagnóstico Uveitis. No es grave pero sí una putada que yo misma sufrí múltiples veces de pequeña. Se te inflama el cristalino, tienes las pupilas como melones, la luz de pega navajazos en los ojos y acabas con dolores de cabeza fuertes. La dieron gotas y a casa. Me dijeron que en un par de días empezaría a mejorar y en una semana estaba bien.

Ni de coña. Ese mismo domingo acabé en urgencias del hospital de Utrecht. Veda no se movía de su jaula, la llamaba y pasaba de mí mil, ni movía una oreja ni hacía un ruidito, nada de nada, como si no fuese con ella la cosa. La saqué de paseo e iba como borracha, no sólo porque no veía por donde pisaba sino porque además parecía mareada. La vuelta a casa casi la tengo que llevar en brazos porque no llegaba.

Las urgencias de Utrecht funcionan de una forma un poco rara para mí. Tu llamas a un número y te dan hora (te dan cita para casi ya, pero eso, sin cita no te presentes) y te avisan que solo por ir, pagas 100 euros, más luego todo lo que hagan. Cuando llegas vas al mostrador y ahí te recogen todos los datos y te mandan a la sala de espera. Supongo que en casos de vida o muerte se saltarán este protocolo, pero conociendo a los tulipanes, no sé yo. Al ratillo te viene una niña y te lleva a una consulta. La niña es una chica que está acabando su master en veterinaria y hace las prácticas. Ella apunta toda la historia que le cuentes y te hace mil preguntas, y hace una primera exploración al perro. Se va con la ficha completa a hablar con la veterinaria y vuelven juntas otra vez a explorar al perro y hacerte más preguntas. En el caso de Veda, el diagnóstico es el mismo, uveitis. Le dan más medicación, la ponen un chute de morfina y a casa con la recomendación de ir al veterinario al día siguiente. Un apunte, en urgencias sólo salvan al perro o le quitan los dolores, pero no lo curan. Es como primeros auxilios sólo.

Al día siguiente a las 9 de la mañana llamé a la veterinaria de Veda. Ellos ya sabían que había estado en urgencias y tenían en el expediente en el email. La vuelve a mirar y decide que no vamos a buscar las causas de la uveitis porque en perros son miles y es perder el tiempo y energía, nos vamos a centrar en curarlo. Habla con un especialista y llegan a la conclusión de que del domingo al lunes la medicación no puede actuar así que hay que darle tiempo. Cita para el jueves.

El jueves por la tarde volvemos. La perra ha perdido un kilo en un par de días y prácticamente no se mueve. La veterinaria está impactada porque conoce a Veda y el trapo que tiene allí delante no es Veda. Además de que se deteriora muy rápido. Decide en el momento que le den por el culo a la uveitis, hay algo más que está matando a Veda y hay que encontrarlo ya. Le saca samgre y me dice que ella va a hacer un par de pruebas en consulta con esa sangre y el resto la manda a laboratorio a hacer más pruebas. A todo esto yo me mareo y le digo que me voy a un rincón a desmayarme tranquila que ellas atiendan a Veda. Y tal cual. Me siento en una esquina, me desmayo y al despertarme ellas seguían con Veda. Ni veda ni yo podemos hacernos a pie los 15 minutos de vuelta a casa así que llamo a amigas hasta que una me ayuda.

A la hora me llama la veterinaria (ya serían como las 9 de la noche, y ella cierra a las 8!) Los valores del hígado en sus análisis no salen bien. Hay que hacerle una ecografía. Al día siguiente me dan cita en una clínica para la ecografía. Mientras la hacen descubren algo raro en el hígado. La señora sale por patas a otra consulta y se trae a otro veterinario y deciden hacer biopsia de lo que ven. Le meten una aguja en el pecho a la orejotas, hasta el hígado, sin anestesia, y ni se mueve. Se supone que la clínica manda la biopsia a laboratorio y dan los resultados el martes. Pero a todo esto, mi veterinaria les llama y les dice que me den las muestras a mí y que ella las lleva personalmente al laboratorio para tener resultados el lunes. Le llevo las muestras, y no sé cómo, suplicando, consigue que le den resultados en el mismo día.

La biopsia en principio no muestra tumor maligno. Pero no tienen ni puñetera idea de qué le está pasando a Veda. Todavía hay que esperar al lunes a más resultados, y mi veterinaria tiene que hablar con medicina interna a ver si la pueden ver, pero lo que está claro es que tienen que encontrar lo que sea muy rápido porque la está matando y porque con la velocidad de deterioro que lleva Veda, cada minuto cuenta.

Ahora mismo tengo una piltrafilla en casa, no se mueve, no come su comida, me cuesta la vida que coma las dos latas de extreme care (cuidado extremo) que tiene que comer. Bebe mucha agua. Y está tan floja que apenas llegamos al pipican de al lado de mi casa. En casa duerme en el sofá conmigo. Muy de vez en cuando levanta la cabeza o mueve alguna oreja. Hasta se le escapa algún lametón suelto a mamá. A ratos está tumbada en el extremo más lejano del sofá y no quiere saber de mí y a ratos se tumba bien pegadita a mí para sentirme.

En cuanto a mí, no me da la cabeza ni para pensar. Pero es porque estoy muy estresada, como poco y duermo menos que poco. Tengo que levantarne cada par de horas a poner gotas o dar pastillas. Me agobia no saber que está pasando para poder ponerle final: o curar a Veda o dormirla . Me duele verla así pero hasta que no sepan que es, no sé si hay solución.

Por otro lado estoy agradecida por el apoyo de mucha gente. Gente en españa que me pregunta como va Veda o gente aquí. Amigas que me mandan su apoyo. Amigas aquí que me ayudan como pueden. M. que me llevó a urgencias con ella, que me llevó ayer a la clínica a las pruebas. Mi vecina que va a venir hoy y mañana a ponerle una inyección a Veda porque yo no me veo capaz. E o K que me llevan o me van a llevar a la veterinaria por las tardes porque Veda ya no puede hacerse el camino andando. MI jefa por entender lo que está pasando y por darme apoyo moral pero también la ´libertad´ de faltar al trabajo en un momento en el que no debería estar faltando....no sé, me siento superada una vez más...

jueves, 7 de enero de 2016

Me he vuelto demasiado tulipana?

Dos semanas he estado casi en España. Suficientes para ver a la familia, ver a los amigos, enterarme de buenas y malas noticias y como siempre, para darme cuenta de que cada vez soy menos de aquí.

Y cómo te das cuenta de eso? Cuando las tulipanadas ya no te sorprenden tanto y en cambio las españoladas sí. Caminar por calles muy llenas me agobia en ambos países, pero me he acostumbrado a que la gente camine de forma organizada. Caminas en el lado derecho. Toda la gente que camina en tu dirección lo hace por el mismo lado que tú, formando una columna, y los que caminan hacia el lado contrario, van al otro lado, también en orden. En Zaragoza no. Cada cual anda por donde le sale por los pies. Eso hace que me vaya chocando con la gente constantemente. Y me molesta!

En el tranvía, que la gente se avalance hacia dentro en vez de dejar salir a la gente primero. Yo soy la única idiota que espera, y si me descuido, me cierran la puerta en las narices.

Una cosa que también me llama mucho la atención es que los camareros en los bares/restaurantes no sonrían, ni te pregunten si todo lo que comiste estaba rico. Y que tú sí sonrías y trates de ser amable y no mejore mucho la cosa. Por eso, entre otras razones, cada vez que voy a Zaragoza me gusta ir a los mismos bares, a los bares donde me conocen y donde me siento bien tratada. Mis visitas obligatorias incluyen el Maremoto, el Ghallagers y como no, la Cucaracha.

Y hablando de servicio al cliente, en Sants fui a preguntar si podía cambiar mi billete a algún tren anterior. Tenía un billete flexible, y sé que si tu vuelo se retrasa, puedes cambiar el billete y coger el tren más tarde, pero no sabía si al revés también ´se vale´ . Voy a preguntar, toda yo con mi sonrisa, amablemente....y el imbécil de renfe me contesta con recochineo que esa es la gracia del billete flexible. Me cambia el billete y me añade ´pero te tienes que estar calladita eh, mona, nada de llamar a todas tus amiguitas, que vas en vagón silencioso´ . Me puso de mala hostia, pero cogí mi billete y me fuí....

Y vagón silencioso los cojones. El de delante mío roncando como un cerdo, el otro resolviendo sus negocios por teléfono, etc etc

Lo que sí me gusta de España, aunque a veces me incomoda, es que la gente no disimula. Si alguien que se cruza contigo quiere mirar tu atuendo, te va a hacer unos rayos X de lo más descarados...y si tienes suerte, por su careto, hasta vas a saber si le gustó o le parece hortera. En Holanda no te mira ni diossss. Claro que en España, si el que mira es de genero opuesto al tuyo (un hombre en mi caso) no suele quedarse en una mirada, suele venir acompañado de un comentario. Y ahí tienes de todo, desde el comentario simpático, el que te llama guapa sin más, el que te dice una soez, el maleducado...Yo me quedo con el abuelillo que me ha parado por la calle para llamarme guapa y decirme que tengo los ojos muy bonitos. El señor ese probablemente tiene en la cabeza lo mismo que los cenutrios que dicen burradas sobre mi culo en un bar, pero les da mil vueltas en elegancia. Supongo que es lo que tiene ser rubia, que en Holanda me mimetizo y en España resulto exótica...

sábado, 2 de enero de 2016

Se fue 2015...

y llegó 2016. Es curioso que todos los años hago un resumen del año en este blog y siempre tengo claro lo que quiero decir. Del 2015 no sé que decir. Ni fú ni fá. Ha sido un año que ha pasado sin más. Sólo me vienen a la cabeza los progresos laborales, o el sentirme apreciada en el trabajo...y este medio año de problemas con Veda. El estrés de las operaciones, de verla malita. El preguntarme si iba a salir adelante o no.

Este año no ha sido un año de viajes, aunque estuve en Budapest y en alemania. Tampoco ha sido un año de amores o desamores. Ni un año de grandes cambios, grandes alegrías ni grandes penas. Sí ha sido un poco un año intenso (para bien unas veces y para mal otras, de amistades). Vuelvo a repetir que cada vez más, echo de menos a mis amigas de toda la vida. Y me duele perderme algunos momentos importantes. Tampoco me gusta haber perdido personas importantes en mi vida, pero las cosas a veces son así.

Tampoco me voy a quejar mucho porque hay gente cercana que ha tenido un 2015 para olvidar. Y prácticamente no conozco a nadie que haya tenido un año para enmarcar.

Al 2016 no le pido nada, porque luego me va a traer lo que le de la gana.

Me ha quedado un post un poco soso...a juego con este año, supongo...así que me despido con un...

Feliz 2016 a todos!!