martes, 20 de octubre de 2015

Divagaciones varias

Como prácticamente todos los años, este año estuve en los Pilares en Zaragoza. Fue una visita corta pero intensa. Mucha fiesta por la noche (que falta me hacía) y poco dormir (eso no me hacía mucha falta, la verdad). Esta vez, no tuve tiempo de ver a mucha familia ni a muchas amigas, pero sí a los imprescindibles.

Otra cosa especial fue que, por primera vez en 20 años me vestí de baturra en el día del Pilar. Para mí eso fue muy importante. Llevé el traje con mucho orgullo durante todo el día (a pesar del calor que hacía) y, por la tarde, esperé pacientemente la fila para hacerme la foto con la virgen del Pilar y su traje de flores. No soy creyente, pero tenía ganas de hacerlo. Y si pude hacerlo es gracias a mi prima, que me prestó el traje. El siguiente objetivo es pasar la ofrenda. No digo que vaya a hacerlo el año que viene, sólo digo que voy a hacerlo.

"El evento" de los Pilares 2015 fue el concierto de David Guetta...y merece post aparte, vaya Jeta tiene el mozo. Os hago un resumen: 4 horas de teloneros + 1 hora de concierto del señor por el módico precio de 50 euros si pillas la entrada de oferta, 85 a precio normal y más de 120 el resto. No me salen las cuentas.

Una de las consecuencias de mi viaje es que hoy, más que nunca, hecho de menos a mis amistades de toda la vida. Esas amigas a las que no tienes que demostrarles nada porque ya saben lo que eres y lo que no. Esas a las que no tienes que explicarles nada porque ya saben lo que tienes en la cabeza, por qué haces una cosa y por qué no la otra. Esas a las que no defraudas porque te conocen de hace tanto que saben exactamente qué esperar de tí y qué no. De esas tengo un puñado en Zaragoza y otros puntos de España, otro puñado por otras partes de Europa (retazos de mi par de años con Erasmus en Zaragoza y de mi par de años en Glasgow). En cambio en Holanda, aunque tengo amistades y buenas amistades, creo que no llegan a saber realmente quién soy, qué pienso o qué siento. Quizás es sólo el tiempo, o la edad, quizás es mi culpa, quizás es la suya. No lo sé.

El caso es que de un tiempo (largo) a esta parte cada vez me cansa más eso de tener amigos. Las amistades no deberían ser losas en tu espalda, y a veces es exactamente eso lo que siento, una mochila llena de pedruscos. No quiero para nada decir que mis amistades sean pedruscos o sean una carga, lo que quiero decir es que a veces es así como me siento. Soy una persona que valora mucho a las amistades, las cuido todo lo que puedo, pocas veces pido ayuda, siempre estoy ahí para los demás, pero todo tiene un límite, y es distinto el ayudar porque quieres a sentirte obligado a estar contínuamente 'ahí' por si alguien te necesita. El preocuparte si tal o Pascual está enfadado porque está lloviendo y sabes que tiene miedo a las tormentas. O porque hace una semana que no le ves. O dos que no le llamas. Tampoco quiero decir que esa sea la realidad, sino la manera en que yo me siento.

Y como todo esto me ha llevado a un punto en el que lo mandaría todo a hacer puñetas, he decidido hacer un break. Definición de mandarlo todo a hacer puñetas: coger mi perra, mi maleta, y pirarme a tierras nuevas. Qué me frena? El que me gusta Holanda y mi vida aquí. Me gusta mi trabajo, me gusta mi jefa y no quiero tirarlo todo por la borda y volver a empezar laboralmente desde más abajo siendo que ahora estoy en un momento en el que crecer es factible.

Y qué significa hacer un break (una pausa): significa que desde ayer me he incomunicado voluntariamente de la gente que me rodea. Avisé, que conste, de lo que iba a hacer. No cojo llamadas de amigos/conocidos, no contesto por facebook, whatsapp o mensajes. Fuera del trabajo (donde hago vida normal) mi contacto con amistades se reduce a lo mínimo imprescindible. Para qué? Para dedicar el tiempo a mí misma. A ver películas, leer libros, hacer ejercicio, darme un paseo o lo que me dé la gana. Pero yo y nadie más. Tiempo para pensar qué soy, qué quiero, qué no soy y qué no quiero. Qué tipo de gente de rodea.

Y hoy es mi segundo día. Y por ahora me siento liberada. No tengo la sensación de estar perdiendo el tiempo mientras me tiro en el sofá. No pienso en si tengo que mandar un whatsapp a tal o Pascual para preguntar qué tal cagó anoche. No me siento culpable por no hacerlo. Y repito, esto no tiene nada que ver con lo que es real, sino que tiene que ver con cómo me siento yo.

Ah, se me olvidó mencionar, mi periodo de 'aislamiento' es indeterminado. Va a durar hasta donde yo crea que debe durar. No he puesto fecha de retorno a nadie, ni siquiera a mí misma. Volveré cuando me apetezca volver. Y probablemente volveré con una lista de cambios y de objetivos.

Y mientras tanto, me temo que van a caer muchas diarreas mentales por aquí. Es lo que tiene el tener tiempo y usarlo para divagar...

11 comentarios:

  1. xD
    Pues nada, iremos peparando un camión de Scottex :-)
    Bravo por poner en práctica "lo que te pide el cuerpo".

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  2. Buenas noches

    Antes de llevarlo a cabo, seguramente lo has meditado en profundidad. En todo caso, te deseo suerte y que te vaya bien.

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  3. Esto que estas haciendo me paso a mi al empezar en la universidad. Tambien coincidio en un periodo en que mi autoestima era nula y decidi desde entonces poner primero mis sentimientos, ganas de hacer cosas y demas primero. Es verdad que mis amistades son reducidas desde entonces y en Holanda tengo un par de amigos solo pero al cuidarme yo me siento feliz conmigo misma cosa que antes no pasaba. A veces me dan ganas de encontrar un grupillo con el que tomar cafe, hacer crochet y demas si pero la verdad que me salud mental va primero.

    Con todo esto quiero decir que creo que lo que estas haciendo esta muy bien porque te ayudara a poner tus prioridades en orden y te sentiras mejor y sin tantos pesos a la espalda.

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  4. Muy significativo que hasta ahora te sientas liberada. Esas curas, breaks o focalizarse en una misma, o se llame como se son necesarias. Adelante! Cèlia

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  5. Te diré que cuando yo vivía ahí no hice amigos holandeses. Mis amigos eran españoles que llevaban años ahí y traían a sus hijos a nuestras clases. Uno de ellos, que vivía en Zaandam, me dijo un día que NUNCA un holandés te verá como amigo, te asimilas al país pero no te integras, para ellos siempre serás el "extranjero". Él hablaba holandés, su mujer era holandesa, pero con sus compañeros de trabajo tomaba unas cervezas, algún chiste pero amistad no, ponían un muro. Piensa en ello en estos días de introspección.

    Siempre es positivo. Yo, es que después del "trauma" he pensado ya mucho y aunque hay momentos en que sí quiero estar solo y hacer lo que me dé la gana, soy todavía muy dependiente y me gusta sentir que alguien está ahí y que puedo coger el teléfono y decirle. "¿tomamos un café? ¿vamos al cine?" Me he adaptado a vivir solo, pero no me gusta la soledad, me gusta al gente y que esté cerca, y me da miedo que pasen los años y no tenga a nadie al que pueda llamar para ese café.

    Pero sé que lo que vas a hacer es positivo y viene bien. Además, tienes a Veda, que siempre me recuerda una frase que me dijo un viejo lobo de mar en un pueblecito cantábrico donde di clase: "cuanto más conozco a mis amigos, más quiero a mi perro". Y tenía razón.

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  6. Alfonso, te diré que tu amigo de Zaandam se equivoca, porque yo sí tengo amigos de verdad holandeses. Y no creo en eso de que me vean siempre como la extranjera. Aunque entiendo por qué la gente piensa eso, no es mi experiencia.

    Y sí, la decisión es meditada, ya lo llevo rumiando semanas. Y aunque yo soy una persona sociable (en exceso) este descanso me va a hacer bien. Por ahora, como digo, me siento liberada.

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  7. Resumen, has cubierto el cupo de amigos de verdad (de verdad de la buena), los demás, incluso siendo gente excepcional, están fuera del cupo y pasan a ocupar más espacio del que abarcas.

    Yo desde que vivo aquí he conseguido hacer amistades holandesas, que incluso son ellos los que me llaman y me dicen, "ey vente a mi casa", "vamos a tomar unas cervezas al Olivier (el mejor bar de Utrecht de largo)". Y muchas veces paso, y eso que estoy solo aquí, pero simplemente ya tengo mi hueco para otras personas que llegaron mucho antes y han demostrado que se van a quedar para siempre, de una u otra forma, simplemente no hay necesidad de crear mas lazos y mas relaciones...

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  8. Yo llevo 3 años aquí y por ahora, de las amistades que me han dado más apoyo y que ''ahí están'': holandesas, catalanas y una mañica! ;-). Discrepo con el de Zaandam. Los amigos holandeses a veces casi me suplican un hueco en mi agenda, cuando voy liada, jajajajaja!
    Y lo de la no necesidad de no crear más lazos o relaciones, no sé... Creo que depende de la fase por la que pasas o de como eres. Yo jamás me canso de conocer gente nueva, a pesar de un cupo de amigos de verdad, y siempre tengo un hueco para gente excepcional, porque por ser excepcionales, vale la pena el esfuerzo. Pero bueno, también he pasado mis fases introspectivas y de apetecerme estar sola. Cèlia

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  9. Me siento identificada con lo que escrbes. Si bien de un modo un poco difrerente. Las amistades que hice en España y en mi Erasmus en Alemania son amistades más reales, gente que sabes que te entiende, que va a estar ahí siempre.
    De las posteriores hechas en Alemania, cuando ya me fui a trabajar allí. Apenas dos "reales".
    Yo llevo casi un año "dedicado" a mi. Tras 6 años en Alemania. Me cansé de "conocer" gente y socializar. Sobre todo en base a que la mayoría eran amistades cortas y temporales. En la zona en la que vivo tanto alemanes como extranjeros/expats suelen estar de " paso" Estoy en una de esas ciudades indistriales en las que la gente suele trabajar un periodo de tiempo de 3-5 años y se va. Bien a vivir a pueblos aledaños o a otros países o ciudades.
    Eramos cuando llegué un grupo de alemanes y expats bastante unido de 20 personas. Ahora quedamos por la zona 2 ( para rematar con el segundo de abordo no me llevo bien). Este 2015 decidí que me lo tomaba para mi. Estaba cansada de quedar a "presentarme" , a "tomar" cafés para conocerse mejor, a "esperar" que Maripili no sé vaya a mudar....
    Será que me estoy haciendo mayor, pero necesito la sensación de estabilidad y de estar haciendo cosas y amistades con sentido. Y si algo he aprendido , es que la mayoría surgen por si olas sin buscarlas.

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  10. ... "Quizás es sólo el tiempo, o la edad, quizás es mi culpa, quizás es la suya. No lo sé"

    A esta conclusión también he llegado yo. Con la edad noto que tengo menos paciencia para todo en general, pero en particular para interesarme tan a fondo por conocer cómo es y piensa exactamente la gente que me voy encontrando. Hasta los veintimuchos me molaba estar con gente muy diferente una de otra y diferente a mí, ahora me da una pereza enooooorrrrrmmmme. Cuando me hablan de cosas que no me interesan o que no tienen nada que ver con cómo soy sólo pienso "Pfffff... No me cuentes movidas", con cosas que igual antes me hacían gracia aunque no compartiese sus ideas.

    No tengo la curiosidad ni la paciencia de antes. Es la edad. Para nosotros y para los demás. Tienes menos tiempo y el poco que teines lo queires para ti, para pasarlo como te dé la gana sin tener que contentar a nadie.

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  11. Bueno, con la edad tenemos ya clarísimo lo que NO queremos y nos volvemos más exigentes. Entonces casi de forma automática nos volvemos selectivos. A menudo me basta un primer contacto para saber si fluirá por mi parte volver a quedar, la otra persona tiene q despertar mi interés de alguna manera, sinó, no hay tu tía. Y lo de la gente de paso, uf... eso es durillo. Porque a veces hay gente que vale mucho la pena...pero solo están de paso, y claro... la ''pérdida'' no te la ahorra nadie, pero ya depende de cada persona. Yo soy de las que mantengo contacto a distancia, sin problema. La ventaja de hacer amistad con locales, es que éstos, la mayoría, no se van! ;-) Cèlia

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