miércoles, 18 de febrero de 2015

En racha

No soy mucho de hablar de temas de trabajo, o más bien, sobre mi trabajo, pero igual que en su día medio compartí frustraciones laborales también quiero compartir las buenas noticias. Y digo medio compartí porque, por temas legales y por evitarme problemas mayores nunca hablé abiertamente de problemas de bullying en el trabajo. Sí que a través del blog comenté estados de ánimo y estados de salud. Con perspectiva, hoy veo que hubo un momento en el que estuve al borde de un burn out, y que muchas de las cosas que aguanté no tenía que haberlas aguantado porque no son ni medio normales.
El caso es que, cosas de la vida, a los meses de irse la persona que me causaba esos problemas, yo también me fui. Supongo que esa situación me había quemado bastante y ya no me satisfacía lo que hacía. Además se me juntó con la caída de mi castillo de naipes (mi ruptura con mi ex pareja). Por suerte, apliqué a un puesto diferente al que hacía en una universidad diferente a la que estaba. Sinceramente, pensé que mis posibilidades eran casi nulas: sin experiencia en ese puesto en concreto, con ganas de hacer algo diferente en un lugar diferente como motivación principal, y sin holandés fluido (requisito en la vacante). Casi ni me lo creí cuando me invitaron a una entrevista. Y me entró la risa al saber que iba a ser en holandés. Me lo tomé como una oportunidad para practicar el holandés en entrevistas para el futuro. Sudé tinta en la entrevista. Y conseguí el trabajo. Según escuché más tarde, por eso mismo, por esforzarme tanto (además de por la experiencia)
Arriesgué bastante. Dejé un trabajo en el que después de 3 años me acababan de hacer fija, y en el momento en que mi principal problema se había ido, y en un momento en que yo no era capaz de lidiar con cambios…por un contrato de un año (si pasaba los dos meses de prueba) en una universidad que no conocía y con un problema añadido: todos el personal no docente era holandés. Hay te puedes encontrar no sólo con una barrera idiomática sino también con una cultural. Me dio miedo saltar a la piscina, pero lo hice, y salió bien.
Como todo trabajo, tiene sus cosas buenas y sus cosas mejorables, pero las buenas son más que las mejorables. Tengo una manager que es muy buena en su trabajo. Es una mujer que se preocupa por lo que pienso y por cómo me siento en mi puesto de trabajo. Que me pregunta y que tiene en consideración mis respuestas. Pedí un curso de holandés y lo tengo, pedí más cosas que hacer y me las ha buscado. Y como eso mil cosas.
Antes de Navidad se reunió conmigo para decirme que mi contrato acaba a final de Marzo y sí quería quedarme (en mi anterior trabajo, no sabía si me iban a extender el contrato hasta último momento, siempre problemas de presupuesto) Le dije que sí. Una semana después, y de forma inesperada me informó de que habían decidido ofrecerme un contrato fijo. Y a eso le siguió una lista larga de razones por las que habían decidido eso. Creo que nunca me habían dicho tantas cosas positivas seguidas sobre mi persona y sobre mi trabajo. Y sobra decir que, con la que está cayendo en todos los lados, y en un sector en el que los contratos fijos no se consiguen tan fácilmente, soy extremadamente afortunada de que me lo ofrezcan sólo tras un año (ni eso) trabajando en este sitio.
Hace dos semanas me llegó el contrato vía email (y mi jefa con un ramo de flores para felicitarme) y la semana pasada me llegó el contrato a casa para firmarlo (firmado y re enviado está ya). Esta semana pasada hice también la evaluación anual, y hoy la he revisado por escrito con ella y la he firmado. Y no leo más que elogios. Lo cual sienta muy bien, para variar. Cosas a mejorar: mi holandés, pero hasta eso lo ha puesto de forma positiva mencionando que yo misma estoy trabajando en ello. Comentarios aparte: que tengo que moverme más en la oficina (ir a la cocina, al baño, de paseo) porque no es bueno estar tanto rato sentada trabajando. Y que me tengo que tomar mi trabajo menos en serio porque si me lo tomo tan en serio voy a tener preocupaciones/estrés que no me corresponden a mí. Y a ella como manager eso le preocupa.


Vamos, que con una jefa así, y mis 9 semanas de vacaciones (y ninguna discusión cada vez que quiero cogerme algún día), aquí me quedo un buen rato. Me vale más esto que el dinero o que un contrato fijo. No hay nada mejor que sentirse apreciada y que topar por una persona que se preocupa por tí y tus inquietudes y bienestar

11 comentarios:

  1. Me alegra leer esto. ¡Felicidades!

    ResponderEliminar
  2. Yo quiero una jefa así, o la mitad me valía!! el día que cuente yo cosas de mi último trabajo empiezo y no paro...

    ResponderEliminar
  3. ¡Enhorabuena! Suena genial lo que cuentas. Me das muuuucha envidia! :) :)

    ResponderEliminar
  4. Buenos días:

    Pues mi más sincera enhorabuena por tu éxito laboral

    Santurtziarra

    ResponderEliminar
  5. Me parece que estamos en racha: yo estoy en una situación igual (o mejor)...

    Recuerda: "los cambios son buenos" y el que no arriesga, no gana.

    Nos vemos,

    Paquito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro también por ti... A ver si la racha bloguera sigue y en Basel yo también lo rompo... ;-)
      Abrazos

      Eliminar
  6. Me alegro mucho Pelocha, mi jefa holandesa en Arnhem era igual a la tuya y aun guardo una gran relación. De hecho hoy le he contado que me vuelvo a mover dentro de la empresa a Basel, y siento cierto agradecimiento a ella y a todos los que han puesto un granito de arena en mi desarrollo personal y profesional. Trabajo en Recursos Humanos tal vez precisamente porque creo que un ambiente así no solo es posible sino que debiera ser lo normal aunque a veces nos toque también hacer de poli malo...

    Ahora toca otro cambio, otro salto al vacío y se por experiencia que es siempre un cierto agobio pero hay que arriesgar...

    Un gran abrazo!

    ResponderEliminar
  7. Asi me gusta Pelocha, que tires para alante, cuando todo es muy comodo y guay, no es bueno porque te amodorras, e impide mejorarte como persona, y mejorar lo que te rodea, y nosotros los españoles, tenemos tendencias a acomodarnos o a llegar y besar el santo, y de ahi no nos mueven ni con agua hirviendo... al menos es mi apreciación personal.

    Eso le ha pasado a mi novia, todo el dia con su curro pa arriba, y para abajo con sus mas o menos problemas y era siempre igual, le salió una oportunidad en china, y ahi está.
    La ciudad es barata, y no hay mucha comida hipercalorica ni excitante tipo cafe (capuchino), chocolate, y leche, y aburrida y fea; la comida es china (pero no china de restaurantes chinos en España eh); pero como hay zona de deportes, y tiene bastante trabajo, no se aburre, y quizas salga hecha una silfide, como las chinas, solo le queda apuntarse a un deporte de estos que relajan y seguro que sale hecha una guru de Filosofia oriental y todo, , y la Tv es muy pesada, son como las telenovelas latinoamericanas, pero hechas por chinos, o sea, mas exageradas; al menos podra hacer deporte, ir de compras, viajar por los extrarradios de la provincia (alli una provincia es como Holanda, ejejeje) y de momento la tratan bien, le pagan los taxis para ir al trabajo, y el alojamiento es gratis y comodo; entre eso y tener que aguantar sus problemas mucho mas, el cambio fue bueno, y tardó unos 3 meses desde rellenar la oferta, hasta estar en China.

    Ale pelocha! mucha mierda como dicen en teatro. jeje.

    ResponderEliminar